Al día siguiente del 11-M, la librería Rafael Alberti de Madrid quiso que su escaparate se convirtiera en una profunda expresión de pensamiento, desde la poesía, en torno al absurdo, al horror y al dolor que se había manifestado en los atentados. Para ello, los libreros pidieron textos a algunos poetas, con la idea de exponerlos en aquellos cristales, tambiÈn como homenaje a las víctimas y a todos los madrileños que se habían volcado en aquella circunstancia. El mismo día por la noche empezaron a llegar los poemas, así que el escaparate de la librería se llenó de lamentos y de despedidas, al tiempo que no dejaban de llegar más poemas. Entonces se pensó llevar la idea un poco más lejos, en un libro que intentara dar voz al silencio de los muertos o pudiera acompañar a algunos de los que se habían visto afectados por la matanza. Enseguida se extendió la invitación a poetas de todas las generaciones y tendencias, para que escribieran en las cuatro lenguas hispánicas. Este es el resultado de aquel llamamiento. Casi un centenar de poetas han expresado lo que sintieron en aquella fría mañana de marzo. Los poetas no tenemos más poder que el poder de las palabras. Aquí están las que entregamos a los que murieron en Madrid, a los que los lloraron y a los que hicieron todo lo que estuvo en su mano por socorrerlos y consolarlos. Los beneficios de la venta de este libro serán para la Fundación Víctimas del Terrorismo.
Poetas incluidios: Manuel Álvarez Torneiro - Sebastián Alzamora - Enrique Baltanás - Julia Barella - Marcos-Ricardo Barnatán - Amalia Bautista - José Manuel Caballero Bonald - José Julio Cabanillas - Antonio Cabrera - Lara Cantizani - Dionisio Cañas - Juana Castro - José Carlos Cataño - José Cereijo - Ignacio Chao - José Ángel Cilleruelo - Marga Clark - Antonio Colinas - Jacobo Cortines - Francisco Díaz de Castro - Miguel D'Ors - Aquilino Duque - Patxi Ezkiaga - Ramiro Fonte - Manuel Forcano - José Ignacio Foronda - Eduardo García - Pablo García Casado - Enrique García-Máiquez - Jaime García-Máiquez - Luis García Montero - Juan Garzón - Amalia Iglesias - Antonio Jiménez Millán - Eduardo Jordá - Rafael Juárez - Felipe Juaristi - Juan Kruz Igerabide - Juan Lamillar - José Carlos Llop - Guillermo López Gallego - Martín López-Vega - Antonio Manilla - Joan Margarit - Gerardo Markuleta - Jorge Martí - Txema Martínez Inglés - Carlos Marzal - José Mateos - Elena Medel - Ángel Mendoza - José María MicÛ - Antonio Molina Flores - José Luis Morante - Inmaculada Moreno - Jesús Munárriz - José Antonio Muñoz Rojas - Andrés Neuman - Josep Maria Nogueras - Julia Otxoa - Carlos Pardo - Josefa Parra - Chus Pato - Pere Pena - Julia Piera - Román Piña - José Luis Piquero - Lorenzo Plana - Benjamín Prado - PonÁ Pons - Carlos Pujol - Manuel Rivas - Antonio Rivero Taravillo - Josep M. Rodríguez - Ricardo Rodríguez - Pere Rovira - Eloy Sánchez Rosillo - Fernando Sanmartín - Pedro Sevilla - Alex Susanna - Rafael Téllez - David Torres - Jesús Tortajada - Andrés Trapiello - Pedro Antonio Urbina - Jesús Urceloy - Kirmen Uribe - Lola Velasco - José Vidal Valicourt - Luis Antonio de Villena

El autor cubano Abilio Estévez mantiene una antigua y estrechísima vinculación con el género teatral: asesor dramático de diversas compañías, es también autor de obras teatrales ?La verdadera culpa de Juan Clemente Zenea o La noche, Premio Tirso de Molina 1994? galardonadas y alabadas por la crítica y el público. Es una auténtica suerte poder incluir ahora en nuestro catálogo una muestra más del personalísimo talento literario de un escritor que, como ya demostró con la narrativa, también en el difícil arte del monólogo teatral consigue deslumbrar, sorprender e hipnotizar al lector con un lenguaje denso y carnal.   Las tres piezas de «teatro unipersonal» que componen este volumen fueron escritas entre 1993 y 1996 y responden a peticiones expresas formuladas al autor por directores teatrales o actrices como Vivian Acosta. La difícil circunstancia que en aquellos años atravesaba la isla tras la caída del bloque socialista explica el desencanto, la desesperanza y el escepticismo que acusan sus protagonistas, así como el tono nostálgico y pesimista de cada uno de estos monólogos, que han sido representados en numerosas ocasiones, tanto en escenarios de La Habana, Madrid y Barcelona como de Miami y Nueva York. El primero, «Santa Cecilia», es un verdadero canto a una Habana condenada a desaparecer para siempre y en el que una anciana, ahogada y enclaustrada en el fondo del mar, lamenta la destrucción y la ruina de la mágica capital cubana y la extinción de un ritmo, un espíritu y toda una forma de vida. Por su parte, «Freddie» evoca la figura del mítico Freddie Mercury, paradigma de la libertad, el hedonismo y la exaltación de la vida como gozo. Finalmente, «El enano en la botella», en clave de humor, es, no obstante, una desolada metáfora de la condición humana, aprisionada en una circunstancia histórica concreta que le obliga a moverse entre el absurdo y la pesadilla.

Edición preparada por Pilar Maícas García-Asenjo y M.ª Enriqueta Soriano P.-Villamil
Ningún título más apropiado que “La voz del silencio” para una antología de poesía mística de religiosas contemplativas. Poemas que brotan espontáneos del silencio del claustro y de la oración de mujeres que, en el encuentro con Dios-Amor, quedan atraídas por esta belleza fascinante que ilumina sus vidas y las colma de gozo. Consiguen dar forma poética a vivencias con frecuencia inefables en las que resuena el aliento místico del Cantar de los Cantares y de San Juan de la Cruz, manantial de inspiración inagotable.
Los textos de cincuenta y nueve autoras están compuestos en su mayoría en castellano, pero también los hay en catalán y gallego. Proceden de las principales Órdenes contemplativas de la geografía española, de cuyos monasterios el lector encontrará una breve reseña histórica.
En anexo se publican poesías inéditas de los siglos XV y XVII: romances, sonetos o endechas de suma valía.

CONTIENE:
Presentación
Introducción
1. Vida-Muerte
2. El amor ante el Amor
3. Y toda me entregué y di
4. En soledad vivía
5. La noche oscura
6. Mil gracias derramando
7. Canto al sublime Amor
8. Dios es amor
9. El misterio de Cristo-Jesús
10. María, la elegida
11. Testigos del Amor
Anexos: Textos inéditos de los siglos XV y XVIII
Reseña histórica de los monasterios a lso que pertenecen las autoras
Índice de autoras
Índice de títulos o primeros versos
Índice de monasterios

UNA NOCHE SIN ESTRELLAS ofrece sin tapujos las experiencias y sensaciones de cinco periodistas de investigación y sucesos: es un documento sobre reporteros, cómo viven, cómo piensan, cómo transcurren sus vidas, siendo testigos de una realidad a veces ajena a nosotros los telespectadores. Trabajan en la televisión pero su universo no es el de las estrellas.
Cada uno de estos cinco autores/reporteros cuenta, según su propio criterio y sin limitación alguna, lo que más le asombró, su peor y su mejor momento e incluso algunos, parte de su vida.
Será un viaje donde convivan el miedo, la pena, la sonrisa, el asombro, la nostalgia, la barbarie y la tristeza. Una carretera con final incierto que no les dejará indiferentes…

El abandono de Dios es, con mucho, el acontecimiento fundamental de estos tiempos de indigencia en Occidente. Teresa de Lisieux, expresión simplificada sublime del espíritu de San Juan de la Cruz, se solidariza con este abandono de Dios, pasando por la prueba de la «noche espiritual», como Jesucristo en la cruz, y nos enseña el camino de la «fe desnuda», el camino de la «simple y amorosa confianza» en Dios. Como «mística del sufrimiento ajeno a causa de Dios», Teresa de Lisieux nos muestra un camino evangélico de gran simplicidad, en medio de los avatares de nuestro mundo: «El abandono en las manos de Jesús para que éste nos lleve al amor misericordioso del Padre».

ÍNDICE
Prólogo: Teresa de Lisieux, mística trinitaria
Introducción
I. Ambiente político en el que Teresa de Lisieux creció
II. Ambiente cultural en el que Teresa de Lisieux vivió
1. La influencia positivista
2. La influencia existencialista
3. La influencia marxista
4. La influencia vitalista
5. La influencia psicoanalista
III. Ambiente eclesial en el que Teresa de Lisieux se manifestó
IV. Del nacimiento de Teresa de Lisieux a la muerte de su madre
V. Hasta los catorce años
VI. Desde la conversión la noche de Navidad de 1886 hasta la entrada en el carmelo en 1887
VII. Vida en el carmelo
VIII. Escritos y cronología
1. Escritos
2. Cronología
IX. El camino de la simple y amorosa confianza
X. La espiritualidad de Teresa de Lisieux en el marco de las bienaventuranzas de Jesús
1. Dichosas las personas humildes
2. Dichosas las personas que creen sin ver
3. Dichosas las personas compasivas
4. Dichosas las personas que se sustituyen a las demás
5. Dichosas las personas que viven el momento presente
6. Dichosas las personas que asumen la cruz
7. Dichosas las personas que viven la mística trinitaria
8. Dichosas las personas que viven centradas en el Amor
XI. Posmodernidad y espiritualidad de Teresa de Lisieux
Conclusión
Anexo. Estatutos de «Soledad Teresa de Lisieux»

Cada capítulo de esta biografía sobre "el bendito Juan XXIII" rezuma la sencillez y optimismo característicos del Papa más querido de la historia, para quien el sentir unánime acuñó una definición de sabor evangélico: "Papa bueno". Revive aquí, en toda su autenticidad, el mensaje estimulante de Juan XXIII, expresado con palabras tomadas del "Diario del Alma", de sus cartas, discursos y confidencias. Cartas sobre todo, pero también confidencias y discursos, en gran parte hasta ahora inéditos.

José Luis González-Balado es escritor y periodista especializado en temas de contenido testimonial. Sus libros sobre Teresa de Calcuta han sido traducidos a numerosas lenguas.

CONTENIDO:

PRÓLOGO. Juan XXIII y España
BIBLIOGRAFÍA
1. De Angelo Roncalli
2. De Loris Capovilla
3. De otros autores
INTRODUCCIÓN. El bendito Juan XXIII
1. Bondad y sencillez
2. Juan XXIII y sus predecesores
3. Por fin ¡beato!
4. Lo que pudo haber sido y no fue
5. El papa que se quitó el sombrero
6. Juan XXIII y Kruschev
7. Telegrama de felicitación
8. El Osservatore Romano informa...
9. La crisis de los misiles
10. Mansedumbre y humildad
11. Por lo menos 1.077 bendiciones
CAPÍTULO I. Angelo Roncalli de Sotto il Monte; Juan XXIII del mundo entero
1. Angelo Giuseppe y/o Giuseppe Angelo
2. Breve autobiografía de un papa
3. El padrino y los padres de un papa
4. El primer recuerdo de su infancia
5. Angelino Roncalli, el Curita
6. Cómo germinó su vocación
7. Admitido en prueba
8. Muerte del párroco Rebuzzini
9. Promesa incumplida de no volver a Loreto
10. Hijo de San Francisco forever
11. El Diario del Alma
12. Angelo Roncalli, «alumno cerasoliano»
13. Desembarco en Roma
14. Llamado a filas
15. Atribulado y rebosante de alegría
16. ¡Adiós, Babilonia!
17. Carnaval en el seminario
18. En los umbrales del sacerdocio
19. El recuerdo de un día inolvidable
20. Primera misa y audiencia con Pío X
21. Primera misa en Sotto il Monte
CAPÍTULO II. 1905-1914: Estreno sacerdotal a la sombra de su obispo
1. «Obedeceré sin perder el entusiasmo»
2. Quería ser como San Francisco Javier
3. «... las primicias de mi sacerdocio...»
4. Radini Tedeschi, nuevo obispo de Bérgamo
5. Carta desde Lourdes
6. Dos bandos entre el clero bergamasco
7. Profesor de Historia eclesiástica
8. El laberinto del modernismo
9. El documento que Bonomelli se negó a firmar
10. Muerte del tío abuelo Zaverio Roncalli
11. Un canónigo afecto de sordera
12. Stanislao Medolago y Guido Mattiussi
13. «¡Oh Señor, cura pronto a mi obispo!»
14. «¡Yo quería mucho a mi obispo!»
CAPÍTULO III. 1914-1919: Capellán de guerra y de estudiantes
1. Sacerdote del Sagrado Corazón
2. Su proyecto de vida
3. Una escapada a Milán
4. Benedicto XV y Radini Tedeschi
5. «... lo más y mejor de mi actividad sacerdotal»
6. «¿Habría muerte más envidiable que la mía?»
7. Dolor y disgusto, satisfacción y alegría
8. Prefería Bérgamo a Roma
9. El punto de vista del cardenal Ferrari
10. «¡Por Dios, que no me sobrestimen!»
11. Homenaje de la diócesis
12. Generosidad de Bérgamo hacia las misiones
13. Promocionando por Italia el ideal misionero
14. Problemas... otorrinolaringológicos
15. «... la razón de ser de mi presencia en Roma»
16. Achille Ratti (Pío XI) sucede al papa Della Chiesa
CAPÍTULO IV. «Solo, en Bulgaria, como uno de esos gorriones que revolotean sobre la nieve»
1. Aplausos de sus alumnos
2. «¡Vaya a ver de qué se trata!»
3. «El santo padre me va a nombrar obispo»
4. Arzobispo y visitador apostólico
5. Su lema: Obediencia y paz
6. San José, su modelo de diplomático
7. Eco en Bérgamo de los nombramientos
8. «¡Cosas que se traen los curas entre sí!»
9. Primera carta desde Sofía
10. «... una tierra prometedora, algo árida y salvaje»
11. De visita en pequeñas aldeas rurales
12. «Si supiese usted, mi querido don Giovanni...!»
13. «Alguien, un día u otro cosechará...»
14. Socorriendo necesidades urgentes
15. Cuánto Roma lo hacía sufrir
16. «Soy feliz haciendo el bien»
17. Un sueño de Roncalli que no se cumplió
18. Un rey búlgaro y una princesa italiana
19. Sin ambiciones de carrera
20. «... grandes palabras y realidades aún mayores»
21. «... mi décima Navidad entre vosotros»
22. Despedida de Giovanna de Saboya
23. Dejó Bulgaria con lágrimas
24. Conmovido recuerdo un cuarto de siglo después
CAPÍTULO V. Turquía: «Funeral por un pasado esplendoroso que ya no vuelve»
1. Encuentros romanos
2. De la sartén a las brasas
3. «Trabajar sin miedos, con discreción»
4. Muere Giovanni Battista Roncalli
5. El rezo del Bendito sea Dios en turco
6. Descontento de unos pocos
7. Crónica del alma
8. Chequeo médico en Atenas
9. «Soy el ínfimo de todos»
10. Sin tiempo para hacer ejercicios espirituales
11. Luto familiar
12. 85 años la madre y 58 el hijo
13. El recuerdo de mamá Marianna
14. Angelo Roncalli en el horizonte de la guerra
15. Juicio sobre el fascismo mussoliniano
16. Amistad con el obispo Bernareggi
17. Manifiesto antifascista
18. Angelo Roncalli y Franz von Papen
19. El rosario del delegado apostólico
20. El espectro del hambre
21. Sospechoso y bajo vigilancia
22. Reconocimiento judío
CAPÍTULO VI. ¡Cuántas misas no valió París...!
1. Un telegrama cifrado
2. «¡Tiene que haber un error!»
3. Tomado por los pelos, como Habacuc
4. Por qué el designado fue Roncalli
5. Detalle de situación
6. «Si oyese decir algo bueno sobre mí...»
7. De Roma a París en avión especial
8. «Yo lo he pensado y decidido», le dijo Pío XII
9. En hora y cuarto, dos discursos en francés ante De Gaulle
10. Campaña de imagen para el nuevo nuncio
11. Discurso breve y poco explícito
12. Los misterios que oculta el Sena
13. Ejercicios espirituales en París
14. La lista de cardenales y obispos a deponer
15. El precio de los libros... franceses
16. No quería ser...el Torquemada de los obispos franceses
17. Diferencia de criterios entre el gobierno y el nuncio
18. Las manos rotas del nuncio
19. Las presuntas «escapadas» del nuncio
20. Un sottomontese por los caminos de Francia
21. El nuncio, el alcalde y... San Benito
22. El problema de los prêtres ouvriers (curas obreros)
23. Suhard/Roncalli: comprensión recíproca
24. «... un cardenal pacífico y manso...»
25. «... un sacerdote leal y pacífico, amigo seguro y sincero de Francia»
26. Ejemplo de sagacidad, de delicadeza, de amistad
27. ¡Adiós, Francia!
28. Visitas de amigos a Venecia
CAPÍTULO VII. En Venecia, pastor a plena dedicación
1. Encuentro en París con Loris Capovilla
2. Pío XII no lo pudo recibir en audiencia
3. «... con la mayor sencillez de palabra y de corazón»
4. Gratitud a sus paisanos bergamascos
5. Pobre, como Jesús y San Francisco
6. «¡Oh bendita pobreza!»
7. «No me veáis como político ni diplomático»
8. El estilo particular del patriarca Roncalli
9. Primeros gestos venecianos del nuevo patriarca
10. La hospitalidad del patriarca Roncalli
11. La pena de no poder contentar a todos
12. El patriarca y la política italiana
13. Defensor de las «víctimas de la iniquidad humana»
14. Saludo (?) del patriarca a un congreso del PSI
15. El rubor de hablar a sus sacerdotes
16. Sus copatriarcas
17. Quince días de viaje por España
CAPÍTULO VIII. ¡Qué gran papa el bendito Juan XXIII!
1. 9 de octubre de 1958: muere Pío XII
2. Estaba seguro de que volvería a Venecia
3. Quiénes se supone que lo votaron
4. Sorpresa de muchos, pero no de todos
5. La primera noche del nuevo papa
6. «Me llamaré Juan XXIII»
7. ¿Papa de qué transición?
8. Montini telegrafía al nuevo papa
9. Primeras anécdotas
10. «¡San Carlos, ayúdale!»
11. La gran ley de la mansedumbre y humildad
12. La profecía que se cumplió
13. Respeto, prudencia, sencillez...
14. La sencillez de Jesús
15. Obispo de Roma antes que papa
16. «Me lo llaman, pero no soy santo»
17. El Angelus y las obras de misericordia
18. Juan XXIII en la cárcel de Roma. «Lo más sencillo y natural del mundo»
19. Albino Luciani, su doble sucesor
20. El Concilio de Juan XXIII
21. Más titubeos que adhesiones
22. Páginas del diario de Juan XXIII
23. «Sigo sin irritarme con nadie»
24. «... la gran causa de la unión de las Iglesias»
25. «¡... volver a ver el dicasterio que me acogió hace 40 años...!»
26. «... cual si hubiera de prolongarse aquí el paraíso terrenal»
27. «Imagen de paz tranquila y sereno rostro de pastor»
28. Los errores que tenía que condenar el Concilio
29. La medicina de la misericordia
30. Enfermo de cáncer
31. «¡He aquí cómo muere un justo!»
32. Peregrinando a su tumba
33. Beato, ojalá pronto santo
34. Su postrer acto de fe
APÉNDICE. Aclaración obligada de lectura prescindible

Edición preparada por Fr. Alberico Feliz Carbajal
Rafael, joven de distinguida familia burgalesa, alma fina y exquisita de artista y de poeta, descubrió un día a Cristo y se enamoró de él. Tratando de darle alcance, «dejó todo» y se fue a la Trapa de San Isidro de Dueñas. Allí murió, a los 27 años de edad, en 1938. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1992.
El Hermano Rafael tiene el carisma de una espiritualidad al mismo tiempo profunda y sencilla, que conecta con la fe simple del pueblo de Dios y con lo que la gente vive más allá de las complejas doctrinas. En su amor y en su dolor, en su espontánea alegría y en sus penas silenciadas, refleja en gran medida eso que ocurre en lo íntimo de todo corazón que simplemente está vivo, con la particularidad de que él lo vive y expresa en el marco de una intensa experiencia espiritual.


ÍNDICE GENERAL

ADVERTENCIAS

INTRODUCCIÓN

1930
1. Lo que más me impresionó fue la Salve

1931
2. La parábola del valle
3. La verdadera felicidad se encuentra en Dios
4. En silencio y a pie

1933
5. Quiero entregarlo todo a Dios
6. Dios se oculta por amor al hombre
7. ¡Qué bueno es Dios conmigo!
8. La única Verdad es Dios
9. El que busca a Dios le encuentra.
10. Mi única afición es Dios.
11. El verdadero amor es el que se funda en Cristo y se apoya en la caridad .
12. Alabar a Dios siempre
13. Para mí, lo primero es Dios
14. Dejémosle hacer a Él.

1934
15. Desprendimiento para acercarnos a Dios.
16. Todo se lo doy a Él
17. Voy a la Trapa a recrearme en Dios.
18. Cada vez le doy a Dios más gracias por mi vocación.
19. El arranque de fervor y el «aeroplano».
20. Mi única ocupación es amar a Dios
21. La verdadera felicidad está en Dios
22. Es un gran consuelo tener callos por amor a Dios.
23. Feliz en el que sufre por Cristo.
24. Entrega y abandono en manos de Dios
25. Confía en Mí, dice Jesús.
26. Yo me dejo llevar por Jesús
27. Confianza en Dios
28. Amor al prójimo
29. Señor, ¿quién soy yo para que ocupes te de mí?.
30. Nada, nada, nada.
31. Seguir.
32. Ofrecerse a Dios por todos.
33. Qué dulce es consagrarse a María.
34. Amor verdadero a la Virgen.
35. Cumplir la voluntad de Dios
36. Mi fin es Dios y Él es el único que puede llenarme por completo.
37. Todo nos viene de Él.
38. Valor del sacrificio generoso y oculto.
39. Mirar más a Dios.
40. Reconocer nuestra pequeñez delante del Creador.
41. ¡Qué hermosa es la fe!
42. Alegría de verse perdonados por Dios.
43. La vida no es triste cuando se posee a Dios
44. El Sagrario abandonado.
45. Derechos humanos.
46. Deberes sociales.
47. Conflictos sociales
48. No metas ruido, hermano, que estoy hablando con Dios.
49. ¿Qué sería el mundo sin oración?.
50. Mis escritos son, oraciones a Dios.
51. Señor, mi deseo es veros en todo lo que nos rodea
52. Olvido de las criaturas al Creador.
53.En la desolación, seguir adelante

1935
54. Señor, amarte es mi único deseo
55. Señor, te pertenezco del todo
56. Dejarse hacer
57. Ten confianza
58. ¿Qué queréis, Señor, de mí?
59. Señor, no apartes la mirada de tu siervo.
60. Negarse a sí mismo.
61. Sufrir con alegría.
62. Mi vocación es de Dios.
63. Eficaz ayuda de la Virgen
64. Dios no me deja detenerme
65. Con mirarte a Ti tengo bastante
66. Hablar de Dios.
67. Nunca es tarde para entregarse a Dios
68. Ama a Dios sin verle ni sentirle.
69. Déjate hacer.
70. ¡Es tan dulce el amor a María!.
71. Señor, el amor que te tengo me abruma
72. Todo lo llena el amor a Dios.
73. ¿Vamos nosotros a seguir a Jesús?
74. ¡Qué bueno es el Señor!
75. Tratar con confianza al Señor
76. Él guía mi pluma.
77. ¡Puede tanto el amor a la Virgen!
78. Ten fe y confía
79. Tengo a Dios tan dentro
80. Dios es mi vida
81. Ver a Dios en todo.
82. ¿Hasta cuándo, Señor?
83. Vivo para Dios y en Dios.
84. Mi alma es un volcán encendido.
85. «Ya sólo en amar es mi ejercicio»
86. No quiero emplearme más que en una cosa: en amar a Dios
87. Sin Él ya no podemos vivir.
88. Servir de «cirineo»
89. A Jesús fui a contárselo todo
90. Fuera las tristezas y preocupaciones.
91. Estoy un poco chiflado por la Virgen.
92. Ama a Jesús con todas tus fuerzas
93. No sé cómo persevero, no viviendo donde vivo.
94. Mi corazón y mis ojos están en Jesús Nazareno
95. No me contento con poco; pico muy alto.
96. Quiero abrazarme a la Cruz donde está Jesús
97. Señor, tómame de una vez y para siempre
98. Esperar con un amor muy grande.
99. Hundirse en Dios.
100. Cuanto menos te mires a ti, mejor verás a Dios.
101. Sigue adelante, sube hasta el Señor
102. Disolverse en Dios.
103. Subamos hastsa Él, para que Él lo haga todo
104. Haced, Señora, que sea atendida mi oración.
105. Ama mucho a la Virgen y eso te ayudará para amar a Dios
106. Soy completamente feliz
107. Qué dulce es esperar para el que ama de veras
108. El amor no permite detenerse.
109. No te agobien las cosas de la tierra
110. Vamos a hacer un cielo en la tierra
111. Todo es fácil con la Virgen
112. Todo lo puedes santificar, deshumanizar
113. Bendita cruz, que es nuestro único tesoro
114. Qué grande es el Señor.
115. Me he ofrecido por todos.
116. Quiero ser una ofrenda para Dios.
117. Sólo te digo que vueles
118. Ocúpate con caridad de todo y de todos.
119. Donde yo vaya, allí está Él
120. Cumplir su divina voluntad.
121. Haz un sagrario dentro de tu corazón.
122. Pensar que Dios te quiere, te dará alas
123. No desanimarse por nada
124. Toda nuestra ciencia consiste en «saber esperar».
125. Deja que Dios se apodere de ti y entonces tendrás paz
126. Mi vocación es esto: amor a Dios.
127. Aún tienes tiempo
128. Qué lucha más fuerte.
129. Qué consuelo tan grande es tener a Dios
130. Señor, Tú eres nuestra vida
131. Amor por dentro y humildad por fuera.
132. Del amor a Dios sale todo
133. Si Dios te inunda, algo llegará a los que te rodean
134. Qué felicidad tener un Dios como el nuestro
135. Todo desaparece cuando le vemos a Él.
136. Me encuentro unido a todas las penas del mundo.
137. Sigue adelante sin miedo.
138. Tengo que pasar por encima de mí mismo para ir a Dios
139. Cristo enjugará tus lágrimas.
140. Al que ama a Dios, ¿qué más consuelo?
141. Pedir al Señor que se venga con nosotros.
142. Pon los ojos en Dios.
143. Señor, si los hombres te viesen en la creación seguro que serían buenos
144. Jesús está en el Sagrario
145. ¡Es tan dulce el amor a María!.
146. ¿No tienes a María?
147. No pongas obstáculos al Señor, déjale hacer
148. «Sursum corda».

1936
149. Pon tu esperanza en Dios.
150. Hacerlo todo con mucho amor a Dios.
151. El hombre más feliz de la tierra.
152. Sube, no tengas miedo
153. «Buscando mis amores»
154. Acude a Él y en Él me encontrarás
155. Somos peregrinos en la tierra
156. Con Él lo podemos todo.
157. Es tan dulce estar en las manos de Dios
158. Deja hacer al Señor en tu vida.
159. Vivir colgado de la mano de Dios.
160. Sólo Dios nos puede satisfacer.
161. Amemos nuestro lugar en la tierra
162. Estoy con Dios y eso me basta
163. Abandonarnos en manos de Dios
164. Sólo te digo que soy feliz.
165. Buena es la criatura cuando es de Dios, pero mejor es Dios.
166. No tener más deseos que los de Dios
167. Vivir en Cristo y sólo en Él.
168. Al pie del Sagrario es donde de veras nos podemos comunicar
169. Qué fáciles y sencillos son los verdaderos caminos de Dios.
170. Amando a Dios serás feliz
171. ¡Qué grande es Dios!.
172. Inmensidad y grandeza de Dios
173. Saber esperar
174. Un joven mundano.
175. A Ti quiero llegar a través de todo y de todos.
176. Sólo Dios debe ocupar el alma
177. El tonto del circo.
178. El silencio
179. Todo canta la gloria de Dios.
180. Transcurre el día
181. Hora de Vísperas.
182. Sepamos recogernos en el silencio de nuestros corazones
183. Para ser feliz.
184. No sabe segar
185. ¡Qué grande es la misericordia de Dios!
186. Camino del trabajo.
187. No todo es llegar y vencer.
188. Sólo Tú
189. Debemos ver al Criador en todo lo que nos rodea
190. A los pies de la Cruz
191. Como el ciervo desea las fuentes.
192. Todo llega y todo pasa.
193. «Vivo sin vivir en mí».
194. Sólo en Cristo se halla descanso.
195. Soledad
196. Dejemos hacerle a Él.
197. En la soledad de todo se encuentra a Dios
198. Las piruetas de los nabos
199. Oculto.
200. Publiquemos las grandezas de Dios
201. Hagamos la felicidad de los que nos rodean.
202. Libertad.
203. ¿Dónde está, la libertad?
204. La libertad en la tierra es el corazón unido Él
205. Levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención se acerca
206. ¡Hermano, ama a Cristo!
207. Laudate Dominun omnes gentes.

1937
208. Sólo Dios permanece
209. ¡Feliz año nuevo!
210. Sólo Dios y yo.
211. Los Magos vienen de Oriente a Jerusalén
212. Noche de Reyes.
213. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó.
214. Bendita sea mi enfermedad
215. Feliz el que vea la mano de Dios en todo.
216. «Rompe ya la tela».
217. Lo que veo desde mi ventana
218. Cuánto quiere Dios a aquel novicio.
219. Amo más a Cristo cuanto más me prueba
220. La paciencia me es muy necesaria.
221. Simplicidad y sencillez
222. Si quisiéramos seríamos santos.
223. Vida de oración
224. Mi cielo en la tierra
225. Fiat.
226. Serenidad
227. Sigue mis pasos
228. Nada deseo para mí.
229. ¡Si de veras amásemos a Dios!
230. Soy absolutamente feliz
231. Amaos los unos a los otros.
232. Sé caritativo
233. Hay un tesoro tan grande en el amor al prójimo.
234. Para Jesús todo, para siempre.
235. Busca el descanso en el Corazón de Dios
236. Sólo hay que esperar un poco.
237. Soledad y silencio.
238. ¡Sólo Dios! ¡Sólo Dios!
239. Locura del que ama a Cristo
240. Tengo a Dios muy dentro del corazón y nada deseo.
241. Dios y sólo Dios.
242. Qué grande es la alegría de vivir cuando se tiene a Dios.
243. Jesús está en el Sagrario; allí recibe a sus amigos
244. Sólo Dios, sólo Él.
245. Aquel trapense lloraba, mas lloraba de alegría.
246. Amo tanto a Jesús que para ocuparme de mí no tengo tiempo
247. ¿Cómo es posible que no seamos mejores?
248. Qué dulce es esperar.
249. «¿Por qué no tomas el robo que robaste?».
250. Nada te turbe que todo es nada.
251. ¿Cómo es posible mirar a la tierra, pensando en el cielo?
252. Tú lo haces todo, Señor
253. La paz sólo está en Dios.
254. Todo se arregla mirando a Jesús
255. Nada hay perfecto, sino Dios.
256. Si nosotros fuéramos mejores, los demás también lo serían
257. Quisiera volverme loco de Cristo.
258. Siempre, siempre, siempre
259. ¿Cómo no acordarse del que sufre?
260. ¡María!, cuántas cosas dice esa palabra
261. ¡Cómo no amar a Dios teniendo a María!.
262. ¡María!, la que es esperanza nuestra.
263. ¡Sería todo tan fácil si acudiéramos siempre a la Señora!
264. ¡Qué grande es Dios, qué dulce es María!.
265. Honrando a la Virgen amaremos más a Jesús
266. Sólo Dios es mi deseo
267. ¿Y Él?.
268. Voy, Señor.
269. Ánimo, a seguir luchando.
270. Sólo amar a Dios es mi deseo.
271. En su divino rostro, todo es paz.
272. Quisiera volar por el mundo gritando: ¡Dios!, sólo Él
273. No hay nada difícil para la Señora.
274. Dios no me pide más que amor humilde.
275. Todo lo hago por Dios
276. Tómalo todo, Señor.
277. Sólo Tú no defraudas.
278. Perseverancia en la oración
279. La humildad

1938
280. El voto
281. Quisiera, Señor, amarte como nadie.
282. ¡Mi voluntad es tuya, Señor!.
283. La máxima penitencia es la vida común
284. Enséñame, Señor, a amar tu Cruz
285. Quisiera.
286. Nada quiero que no sea Dios
287. Qué bueno eres, Señor, cuánto me quieres.
288. Ánimo, Rafael, parece que Dios me decía
289. Quiero cumplir tu voluntad hasta el fin
290. El mayor consuelo es no tener ninguno
291. Bendita soledad, Señor, en que me pones
292. Votos eternos de amor
293. No permitas, Señor, que me aparte de Ti
294. Vivir junto a tu Cruz
295. Esperar abrazado a la Cruz.
296. Tú, Señor, eres mi esperanza.
297. Yo soy la Resurrección y la Vida.
298. Soy feliz, absolutamente feliz.
299. Al Señor le he ofrecido mi vida
300. Dios es mi amigo.
301. Sólo Dios llena el alma, y la llena toda.
302. Qué feliz soy en mi retiro.
303. Mi centro es Jesús, es su Cruz.
304. Sólo en Dios se halla lo único necesario.
305. Nada de lo que tiene fin es grande.
306. Sólo la caridad hace feliz.
307. Morir por Jesús y María
308. Qué feliz soy con sólo Dios y mi cruz
309. El que ama a Cristo, ama a su Cruz.
310. Tengo un tesoro: mi cruz.
311. Saborear la cruz.
312. La verdadera felicidad.
313. Qué bien se vive junto a la Cruz de Cristo.
314. Soy feliz en mi completo abandono en sus manos.
315. Mi gozo es Cristo
316. Qué feliz es vivir con Cristo
317. Señor, mira mi intención y purifícala Tú.
318. Tómame a mí, y date Tú al mundo

ÍNDICE TEMÁTICO

En este nuevo estudio de conjunto sobre la figura de san Juan de la Cruz, el autor, catedrático de literatura española en la Universidad de Oxford, examina los logros literarios, teológicos y místicos del carmelita y explora las relaciones entre ellos, en especial a través de su uso innovador del lenguaje para expresar lo inefable. En este ensayo se muestra cómo el arte poético de san Juan es parte integral de su teología, al tiempo que los comentarios a sus poemas mayores se analizan tanto por sus cualidades estilísticas como por las enseñanzas que se desprenden de ellos. Más en particular, el autor, que escribe desde una perspectiva que no es ni española ni católico-romana, procura explicar por qué la poesía de san Juan de la Cruz ha sido objeto de una admiración tan amplia en los últimos años y desvelar el significado y la importancia de sus enseñanzas para los lectores modernos, cuya experiencia del mundo parece tan lejana y distinta a la del místico carmelita.